Los días de verano que quedan son pocos, sin embargo esta época del año aún sigue siendo calurosa, por lo que es necesario continuar cuidando la hidratación. El inconveniente con las altas temperaturas es que hacen que el cuerpo pierda más agua de lo habitual, que si no se vuelve a ingerir pueden hacer que uno comience a sentirse mal.
¿Cuál es la función del agua? Es fundamental para la vida y para el buen funcionamiento del organismo. En verano su rol primordial es evitar que se eleve la temperatura del cuerpo, es decir; ayuda a que este se mantenga refrigerado. Además cumple otras funciones como transportar sustancias por todo el organismo y eliminar, a través de la orina, los desechos que el cuerpo produce.
¿Cuál es la clave para estar bien hidratado?
Lo primero a tener en cuenta es que cuando uno tiene sed, ya presenta cierto grado de deshidratación; es decir, la sed es una señal que llega tarde. Por este motivo, lo ideal es ir bebiendo agua a lo largo del día para no llegar a tener sed. También cabe destacar que los adultos mayores, con el correr de los años pierden la sensación de sed, por lo que pueden deshidratarse sin darse cuenta y presentar otros problemas prevenibles como los golpes de calor o las infecciones urinarias.
Otras señales que el cuerpo manda para avisar que la hidratación no es suficiente pueden ser: tener la boca seca, orinar con color muy oscuro, sentir falta de concentración, cansancio, mareos o dolor de cabeza.
La mejor forma de prevenir esto y estar bien hidratados es tomando a diario, al menos, 8 vasos de agua, que equivalen a dos litros. Estos valores pueden incrementarse en personas que hacen actividad física o mujeres que se encuentran atravesando la lactancia. Asimismo, personas con alguna enfermedad existente pueden requerir menos líquidos. Por eso, lo mejor siempre es consultar con el equipo de salud que pueda asesorarte.
Como Nutricionista sugiero mantener la hidratación diaria con agua, ya que es una bebida libre de azúcar, sal, conservantes, colorantes y aditivos. Sin embargo, puede ocurrir que quienes no están acostumbrados a beberla, les requiera mucho esfuerzo llegar a los 8 vasos al día. En estas ocasiones, recomiendo no desanimarse, beber la cantidad que cada uno pueda y completar los vasos que falten con alguna otra bebida saludable. Dentro de ellas podemos mencionar algún agua saborizada casera preparada con agua, el jugo de alguna fruta como un cítrico (limón, pomelo, naranja) y menta o jengibre.
Licenciado en Nutrición recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Le decis que comes y te dice quien sos. #QueComoHoy #MarketingDeLaObesidad