El Día Mundial del Sueño se celebra este mes, el cual es promovido por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño. Por este motivo me parece una buena idea resaltar en este día la importancia de dormir lo suficiente a diario, ya que es un pilar fundamental en la construcción de estilos de vida saludables.
En los últimos tiempos, las horas de sueño han disminuido. Estudios revelan que actualmente dormimos una hora y media menos que nuestros abuelos y se estima que un tercio de los adultos redujeron sus horas de sueño a 6 horas por día. ¿Los motivos? Diversos; desde la luz artificial que nos permite continuar realizando actividades hasta altas horas de la noche, así como el excesivo uso de tecnología que hace que sin darnos cuenta vayamos a dormir más tarde de lo pensado.
Las recomendaciones rondan alrededor de las 7-8hs diarias. Dormir menos, produce modificaciones en nuestros relojes internos, e incrementa el riesgo de envejecimiento prematuro y enfermedades metabólicas. Estudios indican que las personas que duermen poco tienen entre 55% y 89% más de probabilidades de presentar exceso de peso; ya que, a su vez, sugieren que un sueño reducido se asocia a una pérdida de peso más dificultosa. Asociación. Como tema relacionado, en el capítulo 2 de mi nuevo libro Nutrición fácil en tiempos difíciles (#NFTD) donde hablo de la organización alimentaria, dedico todo un espacio al tema CRONONUTRICIÓN entendida como la asociación entre ritmos biológicos y nutrientes.
Si bien aún continúan las investigaciones, los últimos resultados sugieren que dormir menos implica mayor tiempo para ingerir alimentos y que por la noche son mayores las preferencias por comidas ricas en energía. A su vez un sueño no saludable promueve la fatiga durante el día, una reducción del gasto energético y menor rendimiento físico, haciendo que la fuerza de voluntad para realizar actividad física se encuentre en los niveles más bajos.
Si bien las obligaciones diarias, el trabajo y el estudio, muchas veces nos exigen que nos quedemos despiertos hasta tarde y nos levantemos muy temprano, pequeñas modificaciones pueden contribuir a nuestra cuota de sueño diario. Un desafío sería prestar atención a la cantidad de horas diarias que destinamos a las pantallas (tele, celular, compu) e intentar reducirlas para poder dormir más horas... También muchas veces es necesario limitar la ingesta de bebidas con cafeína (café, mate, bebidas cola) hasta la tarde para conciliar más rápido el sueño.
BIBLIOGRAFIA:
M Garaulet, P Gómez-Abellán. Chronobiology and obesity Cronobiología y obesidad. Nutr. Hosp. Madrid 2013; 28 (5): 114-120.
R Chamorro, R Farías, P Peirano. Regulación circadiana, patrón horario de alimentación y sueño: Enfoque en el problema de obesidad. Revista Chilena de Nutrición 2018; 45 (3) :285-292
Cappuccio FP, et al. Metaanálisis de la duración del sueño corta y la obesidad en niños y adultos. Dormir. 2008; 31 (5): 619–626. Cappuccio FP, et al. Metaanálisis de la duración del sueño corta y la obesidad en niños y adultos. Dormir. 2008; 31 (5): 619–626.
Sívori Diego, Grijalbo, 2018; Nutrición fácil en tiempos difíciles: 33-38.
Licenciado en Nutrición recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Le decis que comes y te dice quien sos. #QueComoHoy #MarketingDeLaObesidad