Se acerca el verano y queremos hacer malabares para bajar de peso después de haber comido en exceso durante todo el año. Arranca el boom de las dietas de moda que te prometen perder en poco tiempo varios kilos, para obtener una silueta perfecta. Pero, no todo es lo que parece, y las dietas milagros son más peligrosas de lo que se cree.
Este tipo de propuestas milagrosas, suele sugerir pautar alimentarias muy restrictivas, difíciles de mantener en el tiempo. En consecuencia, se generan grandes niveles de ansiedad e incluso aburrimiento que terminan desencadenando grandes comilonas. Como resultado aparece el famoso y tan temido efecto rebote, en el cual no solo se vuelve al peso inicial, sino que muchas veces se recuperan más kilos de los que se tenían en el inicio.
Las dietas de moda suelen ser incompletas ya que eliminan determinados alimentos o solo incentivan la ingesta de un grupo de ellos, siendo monótonas y carentes de nutrientes. Esto repercute negativamente en el estado nutricional, con lo cual este camino no resulta viable. Además, no se trata de vivir haciendo dieta buscando pesos irreales, ya que ésto no se puede mantener a largo plazo y termina generando frustración.
Entonces, soluciones mágicas no existen y el camino rápido no lleva a buen puerto. Un peso corporal saludable se construye en el tiempo y para lograrlo y mantenerlo es necesario que los estilos de vida sean adecuados durante todo el año, no solo unos días. Esto implica hábitos alimentarios saludables, evitando saltear comidas y comiendo de la forma más completa y armónica posible; es decir comiendo alimentos de todos los grupos y en su justa medida. También es necesario mantenerse en movimiento: saliendo a caminar, andando en bicicleta o realizando alguna actividad que te mantenga activo durante el día.
La pregunta debería ser si existe un peso ideal; ya que en verdad, éste no existe. Cada persona es diferente a las otras y tiene su propio peso real, posible y saludable.
Pesarse en la balanza puede generar angustia, sin embargo el valor que ella refleja es sólo un número, aunque muchas veces se le da más importancia de la que se debería. El peso de una persona está determinado por muchos factores como: la altura, el tamaño de sus huesos, la edad, el sexo, el nivel de actividad física que realiza, entre otras cosas.
Por otro lado, varía en el tiempo; no es el mismo a la mañana que por la noche, ni pesa lo mismo una mujer durante su período menstrual que en otro momento del mes. Por eso, lo importante no es estar pendiente del peso sino prestar atención a cómo nos estamos alimentando, evitar caer en la pereza y buscar momentos para realizar actividad física. El resultado será: un peso saludable, fácil de mantener todo el año, no solo en verano.
Licenciado en Nutrición recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Le decis que comes y te dice quien sos. #QueComoHoy #MarketingDeLaObesidad