Durante la semana santa, donde se privilegia el consumo de pescados y mariscos, nos encontramos con una muy buena oportunidad para alimentarnos sanamente. No sólo por el tipo de carne que se consume, sino también porque algunas personas practican el ayuno, que implica evitar o comer menos cantidad de aquellos alimentos que más nos gustan, esos que generalmente son altos en azúcares, grasas saturadas, colesterol y sodio.
Sin embargo el fin de semana largo y la gran cantidad de comidas que se preparan en las reuniones familiares, pueden ser una tentación para excederse.
Para evitar esto te recomendamos que planifiques muy bien la cantidad de alimentos que se van a preparar en tu familia: confirmá la cantidad de invitados y considerá que los chicos suelen comer menos que los adultos. De esta manera vas a evitar desperdicios y sobre todo sobrantes, que van a ser consumidos en los días siguientes.
Además es tiempo de huevos de pascua, una tradición que se mantiene año tras año, y que es más fuerte que la balanza. ¿Cómo hacer entonces para no excedernos? lo que aconsejamos es disfrutarlos con moderación y realizar actividad física para contrarrestrar los efectos. Y a la hora de comprar huevos de pascua la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) recomienda: “lo ideal es elegir los de chocolate negro, bien oscuro y amargo, que son los que tienen mayor porcentaje de cacao (entre el 65 y 70%). Son los de más pureza y contienen antioxidantes naturales que se llaman flavonoides, que ayudan a la salud cardiovascular. Los blancos son los menos recomendados: tienen mayor contenido de manteca y más grasas”
Otra estrategia para evitar atracones es planificar el consumo teniendo en cuenta que muchas veces nos regalan varios huevos de chocolate, y que si por ejemplo comemos dos huevos de 50 gr, podemos “quemarlos” saltando 55 minutos a la soga. Si comemos cinco, tendremos que limpiar la casa durante 340 minutos, y si comemos siete, tendremos que andar en bici durante 340 minutos.
Entonces nos conviene elegir un huevo pequeño y de buena calidad e incluirlo como postre. No es conveniente elegir un huevo muy grande porque es difícil comer sólo un pedacito.
Generalmente en las pascuas compramos muchos huevitos para los chicos por lo que cada uno termina recibiendo muchos. ¿Por qué no comprar uno grande para todos y enseñar a compartirlos? Recordá que muchas veces “menos es más”.
Licenciado en Nutrición recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Le decis que comes y te dice quien sos. #QueComoHoy #MarketingDeLaObesidad