Diego Sívori
10 de Octubre de 2016

Valoremos los alimentos.

Cada año 1.300 millones de toneladas de alimentos son desechados. twitealo

La comida tiene un papel central en la vida, no sólo porque aporta los nutrientes que necesita el organismo, sino porque además está asociada a muchos aspectos de la existencia cotidiana.  Forma parte de nuestra cultura, costumbres e historia.

¿Te preguntaste alguna vez cuánta comida se tira?

Según el estudio  “Pérdidas y desperdicios de alimentos en el mundo” presentado por la FAO en 2011 las cifras a nivel mundial son alarmantes: cada año 1.300 millones de toneladas de alimentos son desechados, es decir que un tercio de lo que se produce nunca llega a ser consumido. A este enorme desperdicio se le suman los recursos que fueron utilizados, en vano, para su  producción, que además contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. Otro punto muy importante es que esta situación reduce la disponibilidad de alimentos: lo que hoy se desperdicia podría ser aprovechado por personas que lo necesitan.

Las pérdidas y desperdicio de alimentos son un obstáculo para la seguridad alimentaria, y además tienen un gran impacto sobre el ambiente porque al producir alimentos que no se consumen, estamos desechando agua, suelo, energía, mano de obra, combustible, dinero, entre otros recursos.  Por ejemplo, en un estudio de la FAO se destaca que cada año los alimentos que se producen pero no se consumen, gastan un volumen de agua equivalente al caudal del Volga, el río más caudaloso de Europa, y son responsables de sumar 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta.

Además, las consecuencias ambientales son mayores a medida que el desecho se produce en etapas de la cadena más avanzadas.  Es decir cuanto mayor es el grado de procesamiento en un alimento, mayor es el impacto ambiental.

Para hacer frente a esta situación es necesario el compromiso de todas las partes involucradas a lo largo de la cadena agroalimentaria, incluso de cada uno de nosotros como consumidores. Por eso en esta serie de entregas veremos consejos prácticos para la vida cotidiana que ayuden a reducir el desperdicio de alimentos, especialmente en las etapas de compra, almacenamiento y consumo.  No te olvides que un consumo responsable contribuye con el cuidado del ambiente y tu bolsillo.

DOS CONCEPTOS IMPORTANTES

Pérdida de alimentos: se refiere a todos los alimentos que no llegan a la etapa de venta por ser de menor calidad, por daños mecánicos, prácticas inadecuadas, derrames, degradación, fermentación o por no cumplir con elevados estándares estéticos como tamaño, color, textura, forma, etc. Se produce durante las etapas de producción, almacenamiento, procesamiento, transporte y distribución.

Desperdicio de alimentos: son productos de buena calidad, listos para consumir pero que son descartados incluso antes de estropearse.  Hay diversas causas como por ejemplo las de infraestructura (falta de lugar o equipamiento para el almacenamiento), pérdida de la cadena de frío, oferta de productos sin una demanda equivalente (por ejemplo promociones 2x1), falta de planificación a la hora de comprar, no prestar atención a las fechas de vencimiento o cuestiones estéticas.

Para hacerle frente a esta problemática y comprometerte sólo necesitas:

En las próximas entregas: ¿Qué puedo hacer para evitar el desperdicio?

 

 

Bibliografía

http://www.alimentosargentinos.gob.ar/HomeAlimentos/ValoremoslosAlimentos/pdf/manual-aprovechar.pdf

http://www.alimentosargentinos.gob.ar/HomeAlimentos/ValoremoslosAlimentos/imagenes/DIAETA_Valoremos%20Los%20Alimentos_2016.pdf

 

 


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Diego Sivori

Diego Sivori

Licenciado en Nutrición recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Le decis que comes y te dice quien sos. #QueComoHoy #MarketingDeLaObesidad

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