Como argentinos que somos, consideramos a nuestra carne la mejor del mundo. Forma parte de nuestra cultura, para muchos lo mejor del finde es un asado bien argento!. Pero no solo los fines de semana el argentino consume carne, en gran parte de sus comidas diarias se encuentra la misma. Hay quienes consideran que un buen almuerzo o cena debe incluir una porción de carne. Estadísticas refieren que en la Argentina se consumen anualmente más de 125 kilos de carne per cápita aproximadamente, definitivamente no solo producimos buena carne sino que también somos grandes consumidores.
Cuando hablamos de carne nos referimos al termino genérico, el cual incluye distintos tipos. Carne vacuna más conocida como carne roja; carne de cerdo, carne de pescado y carne de ave. Si bien hay otros tipos de carnes, éstos son los más consumidos. También podemos mencionar la carne de llama característica del norte o el famoso cordero patagónico.
Las diferentes asociaciones productoras de carnes destacan que de la carne consumida casi la mitad corresponde a carne de vaca, aproximadamente un 35 % a carne de pollo, y el resto a cerdo y pescado, siento el consumo de cerdo levemente mayor que el de pescado.
Ahora bien, ¿es bueno consumir carne? ¿Podemos vivir sin ella?¿Es un alimento imprescindible en nuestra alimentación? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Trae consecuencias para la salud?
Las Guías Alimentarias formuladas por los Nutricionistas Argentinos recomienda el consumo diario de carne en una porción equivalente al tamaño de la palma de la mano. A su vez se sugiere incorporar variedad de carnes, consumiendo dos veces por semana pescado, dos veces carnes blancas y carnes rojas hasta 3 veces por semana . No olvidando la importancia de una buena cocción, evitando que queden partes rojas o rosadas en su interior; y previniendo así ciertas enfermedades.
Ésta es una gran fuente de proteínas, cada 100 gramos de carne, 20 son proteínas que aportan aminoácidos. Estos son como ladrillitos necesarios para mantener nuestra estructura corporal y su buen funcionamiento. A su vez es fuente de Hierro, Zinc, Fósforo, Selenio y vitaminas del complejo B principalmente la B12.
Aportan también grasas, entre un 2 a un 7% dependiendo del tipo de carne y el corte seleccionado.
Preferir las carnes blancas a las rojas ya que estas poseen menor proporción de grasas.
Retirar la grasa visible de las carnes rojas y cocinar el pollo sin piel.
Evitar preparaciones que involucren frituras de las mismas.
Seleccionar cortes magros como el cuadril, paleta, lomo, peceto de la carne de vaca. Pechuga de pollo, muslo, patas sin piel. Y dentro del cerdo elegir el solomillo, el carré y el lomo de cerdo.
Consumir todo tipo de pescados ya que sus grasas aportan ácidos grasos omega 3 que son muy beneficioso para la salud cardiovascular ayudando a disminuir el colesterol malo.
Consumir en menor medida vísceras, embutidos y productos procesados ya que presentan un elevado contenido de grasas saturadas y colesterol.
Se sostiene que el consumo de carnes predispone a la aparición de enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. Esto se debe por el al alto contendido de grasas saturadas y elevados niveles de colesterol que las carnes aportan a nuestra alimentación. En contrapartida, hay quienes afirman que este efecto se debe a un excesivo consumo y que ingiriendo cantidades diarias moderadas, la carne sería un alimento no nocivo para la salud. También contribuiría a cubrir los requerimientos proteicos diarios y favorecería al organismo por los micronutrientes que le aporta.
Otros estudios científicos asocian el consumo de carnes con la aparición de cánceres mayoritariamente colo-rectales. “El consumo diario de 100 gramos de carne incrementa el riesgo de cáncer colo-rectal entre un 12 y un 17%; mientras que el consumo diario de 25 gramos de carnes procesada aumenta el riesgo en un 49%.”
Se sostiene que se debe a compuestos que se forman durante la cocción de las mismas que podrían ser cancerígenos a nivel de la mucosa colo-rectal. Pero a su vez cabe estacar que quienes tienen una dieta rica en carnes rojas, suelen acompañarla de estilos de vida no saludables junto a dietas bajas en frutas y vegetales, aportando poca fibra que contribuyen a aumentar las chances de cáncer colo-rectal.
Lo ideal es tener una dieta variada y equilibrada incorporado todo tipo de alimentos y evitando los excesos o la monotonía. A su vez preferir el consumo de carnes frescas y disminuir el consumo de embutidos, alimentos procesados y vísceras.
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-75182006000100001&script=sci_arttext
http://www.aviculturaargentina.com.ar/
Licenciado en Nutrición recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Le decis que comes y te dice quien sos. #QueComoHoy #MarketingDeLaObesidad